Toshiba se encuentra en una encrucijada una vez más, y esta vez debido a la fricción entre dos socios en la oferta por una posible compra del conglomerado japonés que vende desde chips semiconductores hasta equipos nucleares.Según un informe de Reuters, la firma de capital privado Japan Industrial Partners (JIP) planea retener al director ejecutivo de Toshiba, Taro Shimada, y su equipo de gestión, lo que ha causado fricciones con su socio en la primera ronda, el fondo respaldado por el estado Japan Investment Corp. ( JIC).En junio de este año, Shimada le dijo al Wall Street Journal que quiere mantener a Toshiba en una sola pieza mientras se esfuerza por reformar la empresa de 147 años.Por otro lado, JIC, propiedad del gobierno japonés en un 96%, no está muy interesada en gastar el dinero de los contribuyentes en un trato solo para privatizar una empresa y facilitar las cosas para la actual dirección de Toshiba.Según fuentes de JIC, cualquier inversión debe cumplir objetivos políticos como promover la reestructuración.Además de las preocupaciones de que la administración actual podría impedir el tipo de reorganización radical necesaria para ponerlo en el camino de la recuperación, también hay otros problemas.Por ejemplo, ¿cuál será el impacto de la caída de la demanda de semiconductores en la participación del 40,6% de Toshiba en el fabricante de chips de memoria flash Kioxia?Entonces, después de unirse en la primera ronda de licitación a principios de este año, JIP y JIC se separaron para la segunda ronda.Como resultado, parecía que JIP perdería la fecha límite del lunes 7 de noviembre para presentar una propuesta en firme.Mientras tanto, JIP ha invitado a varias empresas nacionales a unirse a su consorcio, incluida la empresa de servicios financieros Orix y la empresa de servicios públicos Chubu Electric Power.Vale la pena mencionar que JIP compró previamente el negocio de cámaras de Olympus y el negocio de portátiles de Sony.Ahora, a pesar de no cumplir con la fecha límite, es probable que la empresa continúe tratando de asegurar compromisos de capital y financiamiento después de la fecha límite.Toshiba, alguna vez un gigante manufacturero japonés, ha pasado de una crisis a otra desde que un escándalo contable sacudió a la empresa en 2015. Y eso se ha visto exacerbado por años de discordia entre la gerencia y los principales accionistas.Ahora, el destino de Toshiba y sus 116.000 empleados pende de un hilo una vez más, lo que exige una astuta ingeniería financiera para preservar el legado de Toshiba y convertirlo en una entidad tecnológica del siglo XXI.Toshiba fabrica excelentes semiconductores, he diseñado muchos.El problema siempre ha sido (durante más de 30 años) su organización altamente compartimentada y su gestión testaruda.¡Esta es la única compañía de semiconductores que hizo que el vicepresidente de EE. UU. viniera a disculparse personalmente conmigo y con la compañía para la que trabajaba, por una estúpida decisión arbitraria de la gerencia!Debe iniciar sesión o registrarse para publicar un comentario.