La Fundación Valle del Lili cuenta con 9 patentes en Colombia, EE.UU., Brasil y Ecuador. En la imagen: Re-expansión Pulmonar, Adaptador de Sondas, Válvula de Oclusión Giratoria para Traqueostomía, y el Racor Mixto.
Foto: Especial para El País
La ciencia médica siempre está avanzando, por lo que el perfeccionamiento de tratamientos, medicamentos, dispositivos y procesos para mejorar la calidad de vida de los pacientes, exigen que desarrollemos cualidades investigativas, sentido crítico y talento innovador. Asumiendo este compromiso, la Fundación Valle del Lili, a través de su Centro de Investigaciones Clínicas (CIC), realiza procesos de investigación científica y desarrolla innovaciones que se originen en cada una de sus áreas médicas y asistenciales. El Centro de Investigaciones Clínicas impulsa esta vocación por la ciencia y la innovación de la Fundación Valle del Lili, transformando su pilar de Investigación Clínica en una cultura que comparten no solo médicos y especialistas, sino todo el personal asistencial. Como expresa Sergio Iván Prada, subdirector de Investigación e Innovación, y quien está al frente del CIC, “tenemos una verdadera convicción en que el liderazgo y el cambio se da a través de las ideas. Solo las instituciones que están permanentemente preguntándose e investigando cómo mejorar, son las que pueden seguir creciendo y mantener la excelencia en la prestación de sus servicios”. En este sentido, para promover el talento innovador entre el personal médico y asistencial de la Institución, el CIC creó la Unidad de Innovación, “que busca reconocer a las personas que tienen ideas innovadoras y proveer los recursos necesarios para que puedan desarrollarlas”, explica Prada. La principal estrategia para lograrlo, es una convocatoria anual organizada por el Centro de Investigaciones Clínicas, en la que se “invita a todos los colaboradores para que nos presenten sus propuestas de innovación, que son revisadas y seleccionadas por un comité. Finalmente entre 10 y 15 propuestas serán acompañadas en un proceso muy riguroso y dirigido por un grupo de expertos en Gestión de la Innovación de la Universidad Icesi, quienes nos apoyan y acompañan para llevar estas ideas desde la intención de resolver un problema, hasta realmente convertirlas en una solución que llegue a los pacientes y a la comunidad”. De estos procesos de innovación, la Fundación Valle del Lili ha logrado desarrollar diferentes aplicaciones y patentar dispositivos clínicos, entre los que se destacan 9 patentes otorgadas a Óscar Iván Quintero, fisioterapeuta institucional, vinculado a la Fundación Valle del Lili desde hace 22 años y los últimos 8 al CIC, y quien ha recibido todo el acompañamiento y asesoría para convertir sus ideas innovadoras en una realidad que beneficie a todos los pacientes.
Durante la Feria Internacional de la Salud, Meditech 2022, que se realizará en Bogotá, entre el 12 y 15 de julio, la Fundación Valle del Lili presentará sus innovaciones patentadas.
"Siempre que desarrollamos una innovación lo hacemos pensando en los pacientes, para aumentar su confort, mejorar la efectividad de los tratamientos y sus probabilidades de recuperación, tratando de que regresen más pronto a sus hogares, todo lo cual contribuye a su bienestar general. Igualmente, pensamos en el sistema de salud, optimizando costos con mejores resultados”. Sergio Iván Prada Subdirector de Investigación e Innovación Fundación Valle del Lili
Foto: Especial para El País
La cultura de innovación beneficia a los pacientes de la Fundación Valle del Lili en todos los niveles, primordialmente el asistencial, como en el caso de Santiago Urbano, quien a sus 14 años sufrió un grave accidente, causándole un trauma raquimedular que afectó severamente su columna, por lo que perdió la movilidad de su cuerpo. Ante su difícil situación, teniendo en cuenta que se trataba de un adolescente limitado físicamente a los cuidados de su abuela, y con el objetivo de generar estrategias que le permitieran interactuar por sí mismo con su entorno, la doctora María Teresa Agudelo, pediatra que trataba su condición, solicitó a la Unidad de Innovación que encontrarán una forma de mejorar su calidad de vida. Óscar Iván Quintero, uno de los analistas que integran la Unidad de Innovación del CIC y quien recibió la solicitud de la doctora Agudelo, explica que “a partir del requerimiento de la especialista, empezamos a analizar la condición del paciente y reconocimos que al solo poder mover su cabeza, debíamos investigar cómo habían manejado este tipo de casos a nivel mundial y qué soluciones habían generado, así identificamos varios mecanismos que nos sirvieron como referentes para adaptar una gorra con extensión táctil que le permitió a Santiago, a través del movimiento de su cabeza, utilizar autónomamente dispositivos como celulares y tablets, logrando un nivel de independencia para comunicarse con los demás”. Aunque este no es un dispositivo ideado en la Fundación Valle del Lili, sino adaptado de otros existentes, fue gracias al trabajo multidisciplinar aunado con la cultura de innovación que hoy, a sus 21 años, Santiago ha logrado retomar sus estudios y esté a punto de graduarse de bachillerato. “Ha sido muy significativo para mí, este dispositivo me abrió de nuevo las puertas a la socialización, porque me permitió interactuar a través de la tecnología y es como he logrado realizar mis estudios”, expresa Santiago. Para el subdirector del Centro de Investigaciones Clínicas, este caso es un reflejo “del espíritu creativo de todos en esta Institución, que está guiado a darle más bienestar a nuestros pacientes, lo que nos permite siempre estar un paso más allá de lo estrictamente asistencial”.
Una cámara de desinfección, que permite esterilizar las máscaras del personal asistencial, es una innovación diseñada por un equipo que lidera el ingeniero Leonardo Fabio García, coordinador operativo de equipos biomédicos en la Fundación Valle del Lili.
Adaptador de Inhaladores y Sondas para Ventilación no Invasiva (AIS-VNI).
Foto: Especial para El País
Además del apoyo y asesoramiento en procesos de investigación y publicaciones científicas que se realizan en el interior de la institución, el Centro de Investigaciones Clínicas y su Unidad de Innovación han acompañado el completo desarrollo de algunas propuestas de innovación, convirtiéndolas en productos de uso clínico que fueron patentados y hoy se pueden comercializar con el respaldo científico del Centro de Investigaciones Clínicas de la Fundación Valle del Lili. De esta forma, otras instituciones de salud a nivel nacional e internacional pueden acceder a estos dispositivos para el mejoramiento de la calidad en los servicios médicos. Los primeras innovaciones que entraron en el mercado de insumos y productos clínicos son el Adaptador de Inhaladores y Sondas para Ventilación no Invasiva (AIS-VNI) y el Dispositivo de Re-expansión Pulmonar (DRP), ambos propuestos y desarrollados por Óscar Iván Quintero, quien además de sus labores asistenciales como fisioterapeuta, también es analista de innovación en el CIC. Sobre el Adaptador de Sondas, explica Quintero que, “surgió al identificar una necesidad puntual en el manejo del paciente con terapia respiratoria, y es que a través del orificio central de la máscara oronasal era posible pasar una o dos sondas, para ser acopladas al AIS-VNI, y simultáneamente poder administrar medicamentos inhalados de manera frontal al rostro, optimizando la entrega del medicamento, disminuyendo fugas, lesiones de la piel, asincronías del ventilador, entre otras complicaciones, y mejorando la terapia”. El uso de este adaptador, “beneficia la función pulmonar, y se ha demostrado que mejora el confort de los pacientes”, agrega. En diciembre de 2021, el Adaptador de Inhaladores y Sondas para Ventilación no Invasiva (AIS-VNI) fue publicado en el catálogo comercial de la empresa colombiana Bioplast S.A. Por otro lado, el Dispositivo de Re-expansión Pulmonar, “se desarrolló cuando tuvimos la necesidad de que un paciente con traqueostomía tuviera un mejor volumen de expansión pulmonar, entonces diseñamos un dispositivo que inicialmente se usó con estos pacientes, pero luego comprobamos que también era funcional con aquellos que no tenían traqueostomía”. Esta innovación fue una de las ganadoras del Reto Covid-19, una convocatoria organizada por la Red de Transferencia junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la cual se presentaron 396 tecnologías y fueron seleccionadas solo 8, provenientes de Chile, Perú, México y Colombia. Con el capital semilla obtenido de este galardón se logró financiar parte de la fabricación de los moldes del dispositivo y culminar el proceso para llevarlo a su comercialización. Para julio de este año, el DRP también estará disponible en el catálogo de Bioplast.
El Adaptador de Sondas ya es utilizado por los fisioterapeutas de la Fundación Valle del Lili, como ejemplo de confianza en sus innovaciones.
Foto: Especial para El País
La condición esencial para toda innovación en salud es que cada idea debe ser evaluada y sometida a un proceso riguroso, a nivel médico y científico, para ser considerada como un aporte novedoso y necesario, seguro y beneficioso, que contribuya al bienestar de los pacientes. En este sentido, el CIC de la Fundación Valle del Lili sigue los más altos estándares de exigencia, responsabilidad, cuidado y calidad para desarrollar alguna idea innovadora. “Hacer realidad una innovación es un proceso que toma mucho tiempo, porque después del momento de creatividad, cuando surgen las ideas, viene un largo camino de pruebas, de ensayo y error, superando obstáculos necesarios para diferenciarse de lo que ya existe y verificar su utilidad”, indica Sergio Iván Prada, subdirector de Investigación e Innovación. El subdirector afirma que desde el Centro de Investigaciones Clínicas se promueve la innovación guiándose por criterios de impacto muy precisos, “pensando en cómo podemos optimizar y mejorar la condición de los pacientes, y en cómo esto podría ayudar a que el sistema de salud sea más eficiente”. Para que una innovación llegue finalmente a ser utilizada en el ámbito asistencial, incluso comercializada, en la Fundación Valle del Lili se brinda todo el respaldo científico, que implica realizar estudios exhaustivos con publicaciones, revisión y evaluación de pares, de modo que no haya ninguna improvisación o incertidumbre en el producto final que obtiene una patente, sino que todo esté respaldado por evidencia clínica y científica. Todo este proceso fue indispensable para que así como los dispositivos antes mencionados, Óscar Iván Quintero llevara a su culminación otra de sus innovaciones, en este caso el Racor Mixto, “que se originó por una experiencia de código azul (paro cardio-respiratorio), cuando es necesario acoplar los flujómetros para el oxígeno y los humidificadores, y para lo cual se usan unas piezas muy pequeñas que usualmente generan complicaciones por pérdida. Para solucionar este problema diseñé otra pieza que cumple las dos funciones y que no es necesario retirar nunca”. El Racor Mixto permite “acoplar el flujómetro a las mangueras de oxígeno y los humidificadores sin riesgo de pérdida o falta de disponibilidad, impidiendo que las maniobras médicas sean interrumpidas y reduciendo el tiempo de reconexión del oxígeno”, explica Quintero. El subdirector Prada, complementa en que “cuando estas innovaciones han superado todo el proceso, buscamos que también tengán un potencial de ir al mercado, por lo cual establecemos alianzas con socios estratégicos para desarrollar un modelo de negocio que conduzca a volverlas una realidad, llevándolo al mercado de dispositivos biomédicos, aplicaciones o soluciones en servicios de salud”.
Desde el CIC también se otorgan becas al personal asistencial para estudiar la Maestría de Gestión de la Innovación en la Universidad Icesi.
"En la Unidad de Innovación tenemos varias rutas de intervención: cuando los especialistas tienen una necesidad en algún aspecto de su trabajo asistencial y cuando tienen ideas para desarrollar en sus áreas, también tenemos las convocatorias internas donde buscamos que nuestros colaboradores identifiquen problemáticas y piensen en soluciones. Además pueden escribirnos directamente y compartir sus ideas innovadoras”. Óscar Iván Quintero Fisioterapeuta y analista de Innovación Fundación Valle del Lili
Foto: Especial para El País
Así como la Fundación Valle del Lili está entre las primeras instituciones de salud en investigación de Colombia y Latinoamérica, según el ránking de Scimago, también se viene posicionando como un epicentro de la innovación de impacto internacional. De hecho, como asegura el subdirector Prada, en el caso del Adaptador de Sondas, “ha causado mucho interés en sociedades de especialistas en España y Portugal, y por parte del Re-expansor Pulmonar hay intenciones de comercialización en Brasil”. De acuerdo con Prada, “estamos haciendo visible nuestro talento humano colombiano, y en particular de Cali, puesto que somos la única Institución de salud del Valle que es reconocida en el ámbito de la innovación, por los rankings internacionales. Esto es muy significativo porque el mundo de la innovación es muy competitivo. Nuestro reto ahora es vencer la resistencia natural al cambio que tienen todas las instituciones de salud. Entonces, cuando se acostumbran a realizar los mismos procedimientos, a usar los mismos dispositivos en las IPS, el hecho de que llegue algo innovador, usualmente al comienzo tiene un poco de resistencia, pero cuando se vence, y se demuestra la calidad de lo que se propone, genera el efecto contrario y lo empiezan a buscar más, desde la Fundación Valle del Lili estamos seguros que se está rompiendo esa barrera”. Entre otras innovaciones que están siendo desarrolladas, se encuentran la Válvula de Oclusión Giratoria para Traqueostomía y la Inhalo Cámara de Flujo, ideadas igualmente por el fisioterapeuta Quintero, uno de los miembros más prolíficos de la Unidad de Innovación. La Válvula de Oclusión Giratoria para Traqueostomía o Válvula OIQ, “es un dispositivo que permite a este tipo de pacientes generar una inspiración de forma fisiológica, algo muy innovador, porque usualmente las válvulas hacen que el paciente tome el aire por la traqueostomía y lo expulse por la nariz y boca, mientras que con esta nueva válvula pueden tomarlo por la vía aérea superior y expulsarlo por la traqueostomía, en un proceso más cómodo, con las ventajas de filtrar y calentar el aire que ayuda en la rehabilitación respiratoria”, refiere Quintero. El dispositivo, que ya cuenta con patente en Colombia, se prevé que pueda estar en el mercado dentro de 4 o 6 meses, actualmente se encuentra en proceso de diseño final para dar inicio a la elaboración de los moldes, posterior a esto se adelantarán proyectos de investigación que aporten al conocimiento científico. Por otro lado, asegura Quintero, la Inhalo Cámara de Flujo, es una herramienta clínica para realizar inhaloterapia mediante dosis medida, que “permite a los pacientes inhalar mediante un flujo regulado, que debe mantenerse entre 30, 60 o 90 litros, entonces su novedad radica en que le muestra al paciente, y al terapeuta, exactamente cuándo está inhalando con el flujo ideal para que el medicamento ingrese a sus pulmones y tenga el efecto esperado”.
La Válvula de Berna es otro dispositivo respiratorio con patente y en desarrollo, ideado por el fisioterapeuta institucional David Lemos.
Copyright © 2023 | Publicaciones Semana S.A. | NIT 860.509.265-1 | Bogotá D.C.- Colombia El País S.A. © 2014 | Cra. 2 No.24-46 Tel. (602) 898 7000 | Cali, Colombia Política y Tratamiento de Datos | Aviso Legal | Política de Cookies MANUAL SAGRILAFT | PROGRAMA DE TRANSPARENCIA Y ÉTICA EMPRESARIAL (PTEE) Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia
Publicidad en Bogotá - Cadenacol | Tel. 6420800, Dirección: Carrera 14 # 85 - 68 Ofic 307